Por: Jannin Castellano
Con toda la pasión del realismo mágico de Gabriel García Márquez leo por segunda vez esta historia de amor sin tiempo y sin edad que nos invita a decidir como vivir la vida, entendiendo que “es la vida y no la muerte la que no tiene límites” esta frase que se lee en la última página de esta fascinante novela la guardo como aprendizaje para mi historia personal, me deja ese mágico sabor que se siente cuando despiertas de manera consciente y comprendes que cada una de tus decisiones impactan tu vida.
Sus personajes viven sus vidas y sus amores desde la más abierta concepción de sus sentimientos. Fermina, una joven que se dejó llevar por los convencionalismos de la época hasta convencerse a sí misma de hacer y sentir lo “correcto”, descubre en la vejez que el verdadero amor puede esperar eternamente y que no hay razón para permitir que otros decidan por ti, su carácter y sus sueños confabulan a favor de una vida que transcurre según sus decisiones y marca sus propios límites. Por su parte, Florentino Ariza vive la certeza de un amor que siente correspondido y promete a Fermina fidelidad eterna, aunque guía sus decisiones desde la pasión, viviendo todo romance que intempestivamente se cruza en su camino, el amor por su amada Fermina no cambia con el tiempo, por el contrario lo impulsa día a día a ser mejor para merecerla.
Cada personaje envuelve misterio, aventura y vida propia, la atrevida prima Hildebranda, la sumisa tía Escolástica, el padre arbitrario y ordinario, pero amoroso de Fermina, la madre y el tío de Florentino, todos llenan de magia la historia de estos dos hermosos personajes principales, así como cada una de las amantes de Florentino, la mejor contrafigura de esta novela es el Dr. Urbina, sensible, humanitario, de buena posición quien inteligentemente logra casarse con Fermina más no dominar su carácter, vive a su lado un amor convencional, con grandes enseñanzas, buenos recuerdos, hijos, suegra, incluso infidelidad, pero que en ningún momento deja de ser amor.
Al quedar Fermina viuda, Florentino, a sus más de 80 años, encuentra el momento ideal para dar fin a su espera, abre su corazón y su vida a una Fermina, que aún firme en su carácter, decide no permitir que nadie la controle, en su juventud lo hizo su padre y ella se impone ahora a sus hijos, para permitirse vivir a plenitud el amor que decidió en su juventud dejar atrás y hoy se presenta ante ella como una oportunidad de disfrutar libremente lo que su razón y su corazón le provea.
La magia de esta historia, en el libro y en su adaptación al cine llevan una carga emocional que cada uno disfrutara a su manera, para mi es un tesoro, la fotografía y la música en el cine, incluyendo las canciones interpretadas por Shakira, son un complemento perfecto que no deben perderse.
Leer es una delicia, que nos lleva a aventuras, experiencias y lugares inimaginables, a conocer personajes ricos en cultura y vida. Una delicia que disfruto tanto que se me hace imposible ceder a la tentación de compartirla.
Espero les guste
@jannincv
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