Fue la primera mujer en conseguir la máxima de estrellas Michelin y, además, la primera chef de la historia que logró conseguirlas dos veces. Por si fuera poco, logró catapultar a Lyon como la segunda capital gastronómica del país franco, después de París. Eugénie fue prodigio en compartir conocimiento, teniendo entre sus pupilos al joven nouvelle cuisinier Paul Bocuse, quien fue uno de sus alumnos prometedores. La Mère Brazier: De hecho, la mère (La madre) es el nombre con el que en Francia se bautiza a toda chef excepcional, que instruye, protege, reprende, forma a generaciones de cocineros y, por encima de todo, da magistralmente bien de comer y eso fue lo que hizo esta destacada chef.
Luego de un duro comienzo al perder a su madre a los 10 años de edad, ser madre soltera a los 19 y pasar por dos guerras mundiales, La Mere Brazier demostró ser ese tesón de mujer que no se detiene ante las adversidades, logrando a sus 26 años inaugurar su primer restaurante.
SUS INICIOS
Entre los años 1900-1915, Eugéne comenzó como criada al servicio de los fabricantes de las célebres pastas Les Millat. Hacendosa y resolutiva, en la mansión ejercía todas las labores, aunque jamás se metía entre fogones. Hasta que un buen día la vieja cocinera de la casa le dio cuatro nociones sobre la materia. «La Mére Brazier» carecía de vocación, pero su talento e intuición no tenían límites. Rápidamente, la cocina se convierte en su pasión y deja su empleo para entrar en el restaurante de la Mère Filloux. Aparte de la cocina, aprende la manera de llevar un comercio, experiencia que la llevo a la idea poco después, de ganarse la vida al frente de su propia cocina. Tras formarse, con más guerra que paz, en La Mére Fillioux debido a que el carácter de Eugénie choca con el de la Mère Filloux, se marcha a La Brasserie du Dragon, famoso restaurante. Así comienza su reputación.
En 1921, Eugenia inaugura con 12.000 francos de capital su restaurante, un típico bouchon lyonnais en el número 12 de la rue Royale, en el distrito 1 de Lyon, cerca de las orillas del Ródano. Su Debut en la cocina es difícil, pero a través de la palabra de boca en boca y un gran elogio crítico gastronómico y Curnonsky Club des Cent, su mesa rápidamente se convirtió en la más importante de Lyon.
Luego de un año Eugènie Brazier decide instalarse por su cuenta y acepta algunos huéspedes. Progresivamente, la clientela acomodada de Lyon acude para apreciar la cocina simple pero perfecta de la Mère Brazier. Tras una breve interrupción por razones de salud, se compra un caserón, en el Col de la Luère, cerca de Lyon, convirtiéndolo en su segundo restaurante a cargo de su hijo Gastón. Es el comienzo de la gloria.
La Guía Michelín en el año 1933 atribuye por primera vez sus famosas tres estrellas, la Mère Brazier recibe esta distinción. Todos los famosos acuden a probar la Poularda Demideuil, con trufas insertadas bajo la piel, y unos fondos de alcachofa con foie gras de oca, uno de sus platos más reconocidos, además de Chacina casera Quenelles (albóndigas alargadas) de lucio. Los menús varían poco, pero todo es perfecto, la cocina es simple, los productos de primera calidad y la mantequilla reina, pero con discernimiento. Rápidamente ella se convirtió en el emblema de la cocina de Lyon y Lyon en la cocina a nivel internacional.
Para 1946 Paul Bocuse entrará como pinche de cocina en este año en Le Col de la Luère, propiedad de Eugénie Brazier. Con tenacidad Brazier transforma, construye y al cabo de tanto tesón, se retira cerca de su Col de la Luère.
Esta reconocida Chef fallece en el año 1977 dejando un legado entre los franceses y amantes de la gastronomía con sus platos.
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